La noche fue demasiado larga para mi gusto pero ahora
acostada junto a Moira luego de hacer el amor no puedo dejar de pensar en el
infierno que debe estar pasando Mia, Marco se fue muy enojado aunque sigo sin
entender cómo pueden haber personas con mente tan cerrada juzgando lo que está
bien y lo que está mal, Moira apoyo la cabeza sobre su mano y me miro
-
Estas pensando en ella ¿no?- Me dijo y no pude
saber si le había molestado o no- No te preocupes- me dijo- Se van a arreglar y
van a seguir con su casamiento, la fiesta y la perdiZ eso sí, no creo que nos
inviten- dijo y se rio, luego se levantó de la cama y mis ojos se posaron sobre
su magnífico cuerpo de diosa, -¿queres un poco más de vino?
-
Sí, dale. Le dije mientras iba detrás de ella y
la abrazaba por detrás, besando sus hombros blancos y suaves, mis pechos
rosaban su espalda y mis brazos sus pezones aun erectos, respire su olor
mientras ella me daba la copa de vino blanco, mi celular sonó y ella se apartó de mí para
atenderlo
-
¿Hola? Sí… Ok, ya te abro dame un segundo- Dijo
mientras agarraba su bata y se la ponía, yo seguía desnuda, de pie con la copa
de vino en la mano sin entender que pasaba, Moira abrió la puerta y ahí de pie
estaba Mia, temblando, con su vestido rojo, maquillaje corrido y se notaba que
había estado llorando- Pasa- Le dijo y cuando Mia me vio vino corriendo a mí y
me abrazo
-
Marco me dejo- Me dio con los ojos llenos de
lagrimas
-
Voy a traerte una copa de vino- Le dijo Moira,
ella es así, todo lo soluciona con una copa de vino, Ver a Mia de esa manera
despertó en mí un deseo de protegerla, la veía vulnerable y pequeña, una niña
hermosa que necesitaba contención y amor aunque yo solo podía contenerla yo no
podía dar amor. Cuando Moira le entrego la copa yo aproveche para ponerme una
camiseta negra de Moira y las tres nos sentamos en la cama
-
No sabía a donde ir, perdón si las interrumpí-
Dijo Mia mientras bebía un sorbo de vino
-
No nos interrumpiste, ya habíamos terminado- Le
dijo mi delicada amiga y yo la mire con ganas de matarla pero ella me sonrío
haciéndose la inocente.
Mia nos contó que Marco estaba
muy enojado, se sentía usado y engañado, le había dicho que no podía casarse
con una mujer que no sabe lo que quiere y que para él estaba claro que no era
un hombre lo que ella quería y que él no iba a poder aguantar que cada tanto su
mujer tenga ataques lésbicos que él no iba a tolerar algo semejante. Con cada
palabra que escuchaba más rabia me daba, a Moira y a mí nos tildo de
reclutadoras para una secta sexual y a ella como a una ingenua que callo en las
mentiras de dos mujeres que habían perdido el rumbo y ahí no aguante más y me
reí como hacia muchísimo tiempo no me reía, Moira hizo lo mismo y Mia sin
entender nada nos miraba incrédula, era un idiota y lo mejor que podía hacer
Mia era alejarse cuanto antes de un hombre así. Moira volvió a levantarse de la
cama y nos dijo
-
Voy abrir una botella de champagne y vamos a
brindar por que hoy tu vida va a cambiar, a partir de hoy te prometo que Mia va
a ser una mujer que disfruta de su cuerpo y de la pasión salvaje-
Mi amiga, ella es tan brillante
tan única, encontró un juguete nuevo encontró a alguien más a quien moldear a
su gusto y por un momento temí por lo que podía crear pero mentiría si dijera
que le di mucha importancia en ese momento. Mia estaba triste, podía notarlo
pero se dejaba guiar por Moira, dejaba que el espíritu entusiasta de mi amiga
se apoderara también de ella, Moira sirvió tres copas de champagne y brindamos
por el futuro venidero, me pareció muy cursi eso de “futuro venidero” hasta me
resulto un poco gracioso pero no dije nada.
Estuvimos vario tiempo hablando
de trivialidades, conociendo un poco más a Mia y ella a nosotras, nos preguntó
sobre nuestro estilo de vida y de las cosas que hicimos juntas entonces Moira
salto de la cama de forma infantil y riéndose dijo
-
Ya mismo vengo, tengo una sorpresa para vos Mia,
una que creo que también va a sorprender a mi amiguita- Dijo y se fue con cara
de picara hacia el vestidor, tardo apenas unos segundos y cuando se acercó a
nosotras pude ver que traía un CD de Dvd en sus manos, la miré extrañada sin
comprender que era eso, entonces Moira se acercó a mí, me beso con pasión
arrebatadora y dijo
-
Se titula, la playa y los Trujillo- y se rio con
ganas al ver mi cara de horror, me había olvidado que ese día mi amiga había
filmado a los gemelos Trujillo haciendo de mi cuerpo un lugar donde descargar
sus más osados deseos, los ángeles negros, que hermosos recuerdo, Moira nunca
me enseño esa filmación y yo me había olvidado completamente de eso, Mia
pregunto qué era eso y mi amiga le respondo muy tranquilamente que era un video
donde yo experimentaba uno de los deseos más dulces y calientes cuando dos
hombres ardientes me hacían llegar al punto máximo del placer y la locura, Mia
estaba intrigada, pude notar como sus mejillas se encendían y sus labios se
curvaban en una media sonrisa, mientras mi demonio pelirrojo ponía la filmación
de los ángeles negros yo llene las copas, algo me decía que las iba a necesitar
enseguida, apenas pone Play se ven dos hombres perfectos de espalda a la cámara,
no se ve bien que están haciendo pero se oyen gemidos y las olas de mar, en un
momento la cámara se mueve un poco y se me puede observar con los ojos cerrados
y los labios apenas abiertos gimiendo de placer, al ver eso, mi cuerpo
experimenta las mismas sensaciones que ese día, siento el calor pegajoso del
verano, logro sentís un par de lenguas
lamiendo mis pezones erectos y sin querer un gemido se escapa de mis labios,
Mia me mira y sé que está pensando, le excita verme, le excita ver a esos dos
hombres morenos lamiéndome y puedo hasta jurar que ella también los siente,
Moira estaba atenta a nuestras reacciones, parecía un ave de rapiña observando
a sus presas. Volví a mirar la pantalla del televisor y esta vez se me veía a
mi sobre la gran roca mientras uno de los hermanos besaba mis labios y el otro
mi sexo, la respiración de Mia se iba acelerando y tuve ganas de besarla, de
calmar su sed se cariño, Moira leyó mis pensamientos y asintió con la cabeza
como autorizándome a que lo haga, que era el momento, entonces casi sin dudarlo
mi mano acaricio los cabellos de Mia y ella se giro a mirarme a los ojos, su
mirada me hacia invitación a sus labios, entonces la bese, primero despacio
hasta que su lengua me dio la bienvenida entonces la bese con pasión, devorando
su boca, absorbiendo su lengua, haciendo mío sus gemidos, mi corazón latía con
mucha fuerza y mi sexo palpitaba de deseo cuando los gemidos de Mia se
mezclaban con los que me llegaba del televisor, Moira se arrodillo en el medio
de nosotras y como si fuera un ángel nos abrazó mientras nosotras seguíamos
saboreando nuestras bocas, las manos de Moira bajaron por nuestras espaldas y
nos acariciaba a la vez, luego de un tiempo Se hizo hueco entre nosotras,
lentamente desabrocho mi camisa liberando mis pechos, luego me dio la espalda
para ponerse enfrente a Mia, con dulzura acaricio y recogió el cabello de Mia y
los sostuvo con una mano mientras con sus labios besaba sus hombros, yo me
dispuse a observarlas, ver sus cuerpos, ver como se mezclaban los colores de
sus cuerpos haciéndose uno, era tan excitante verlas, era mágico, en la tele se
veía a los hermanos Trujillo dentro mío, dándome placer como nunca antes lo
había permitido y desee transportarme a ese día para poder volver a sentirlo
dentro de mi piel, a ambos a la vez, sentir como sus vergas duras y gruesas entraban
perfectamente en mí, volví la vista a las mujeres que tenía en mi cama y me uní
a ellas, Moira estaba entre las piernas de Mia, acariciando su dulce sexo
mientras, las oía suspirar, los ojos de ambas estaban cerrados, preferían
sentir antes que ver, Mi demonio pelirrojo estaba de rodillas lamiendo y
saboreando entonces aproveche eso y me hinque detrás de ella, su culo perfecto
estaba ante mis ojos, su sexo rosado se veía hinchado y jugoso y mi lengua no
resistió la tentación y lamio esos jugos deliciosos, Moira se estremeció y pude
notar que aceleraba el ritmo entre su boca y Mia, su sexo y mi boca…
Moira iba a acabar, podía
notarlo, pero aun no iba a dejarla, quería que sigamos así, lamiéndonos,
saboreando nuestros jugos, me aleje de ella y me dirigí hacia Mia, ella seguía
con los ojos cerrados disfrutando plenamente del momento, me inspiraba ternura,
una mezcla de ternura y deseo desenfrenado, con mi lengua roce sus labios y
ella respondió con un espasmo, luego baje por su cuello hasta llegar a sus pezones
duros, los lamí con suavidad, primero uno, luego el otro, me subí arriba de
ella, mis rodillas en su cintura y levante mi sexo dejándolo a la vista de
Moira, ella se dio cuenta enseguida lo que quería y metió dos dedos dentro mío,
mientras su lengua seguía con Mía, Mia me besaba con desesperación y así fuerte
y jadeante llego su orgasmo, reinando el ambiente e invadiendo los labios de
Moira quien se relamió gustosa, el orgasmo de Mia duro mucho tiempo y eso hacía
que el mío quiera alcanzar al suyo, pero Moira se frenó y con un decisión me
dio vuelta y me recostó sobre la cama, se subió encima mío y restregó su sexo
en mi cuerpo y sus piernas me envolvieron por completo, todo su cuerpo era una
fiesta maravillosa estaba muy excitada, hacía mucho tiempo que no la veía así,
estaba eufórica, nuestros sexos hacían presión con el cuerpo de la otra
mientras nuestras bocas se comían y nuestras leguas jugaban entre ellas,
muestras manos acariciaban nuestros cuerpos sin control, eso era amor, no era
solo sexo, era necesidad, me sentía plena, lo tenía todo ahí, con ella, en su
cuerpo… Nuestros orgasmos llegaron a la vez y por un momento efímero reino la
paz en nuestra casa, no se oía más que nuestras respiraciones, la película
había terminado y solo se podía ver mi cara de satisfacción, así nos dormimos
las tres, abrazadas, satisfechas descansando de una noche inolvidable.
A la mañana siguiente cuando me
desperté Mia se había ido y una nota sobre la cama nos decía que Marco la había
llamado de regreso y sin siquiera quererlo me sentí triste
-
Todavía me tenes a mí- Me dijo Moira mientras me
abrazaba para seguir durmiendo a mi lado.
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